Angélica Anglés Estellés, titulada en Ingeniería en Cartografía y Geodesia por la UPV, ha desarrollado una brillante carrera en el ámbito de la exploración espacial y la astrobiología. Ha participado en la selección del lugar de aterrizaje de la sonda Mars 2020 en el JPL de la NASA y ha liderado expediciones científicas en ambientes extremos análogos a Marte en distintos continentes. Actualmente es investigadora senior en la Agencia Espacial de Islandia y colaboradora de la Agencia Espacial Europea, entre otras instituciones internacionales. Reconocida divulgadora científica, ha sido ponente en TEDx Talks y ha recibido galardones como el Visionary Woman Award 2020 de Harper’s Bazaar Hong Kong. Ha sido galardonada en 2025 como Alumni UPV Destacada
🧬 TRAYECTORIA Y ESPECIALIZACIÓN
1. ¿Qué te llevó a especializarte en exploración espacial y astrobiología desde una base como la ingeniería en cartografía y geodesia?
Desde muy joven tuve claro que quería dedicarme a la exploración de Marte. Cuando llegó el momento de elegir una carrera universitaria, opté por Ingeniería en Cartografía y Geodesia porque consideré que era la mejor manera de estudiar nuestro planeta para después aplicar ese conocimiento a Marte.
Esta decisión ha resultado ser absolutamente acertada. Aunque hoy en día mi trabajo se centra específicamente en la búsqueda de vida en Marte dentro del campo de la astrobiología, gran parte de mi labor diaria consiste en estudiar la superficie marciana y el subsuelo mediante imágenes orbitales, analizar la composición de las rocas y interpretar datos geológicos complejos.
Todas estas competencias las adquirí aquí en Valencia, en la UPV, y me resultan fundamentales en mi trabajo actual. La cartografía y la geodesia me proporcionaron las herramientas técnicas y metodológicas para comprender los procesos planetarios, interpretar datos espaciales y trabajar con sistemas de información geográfica aplicados a otros mundos.
Es fascinante cómo los conocimientos que desarrollé estudiando la Tierra se han convertido en la base sólida que me permite ahora explorar Marte y buscar indicios de vida pasada o presente. La conexión entre ambos planetas es mucho más estrecha de lo que podríamos imaginar.
2. Has trabajado en la selección del lugar de aterrizaje de la misión Mars 2020. ¿Qué criterios se valoran en un proceso tan trascendental?
En el proceso de selección del sitio de aterrizaje para Mars 2020 evaluamos fundamentalmente tres criterios clave, cada uno igual de crucial para el éxito de la misión.
Primero, la presencia de agua ancestral. Buscábamos un lugar donde supiéramos que durante un tiempo había existido agua líquida en la superficie. El agua es uno de los ingredientes fundamentales para la vida tal y como la conocemos, por lo que identificar zonas con evidencia geológica de actividad hídrica pasada era prioritario para maximizar las posibilidades de encontrar biosignaturas.
Segundo, la ubicación latitudinal. Era esencial que el sitio estuviera en latitudes centrales, preferentemente cerca del ecuador marciano. Esta consideración es puramente práctica: en estas regiones las temperaturas son más moderadas. Si nos alejamos hacia latitudes más altas, tanto al norte como al sur, aumenta la probabilidad de encontrar hielo en la superficie, lo que podría causar que las ruedas del rover se deslizaran y comprometieran la movilidad del vehículo.
Finalmente, la seguridad del aterrizaje. Este criterio era innegociable. La NASA no podía permitirse arriesgar una inversión de millones de dólares aterrizando en un terreno peligroso. Por muy interesante que fuera un lugar desde el punto de vista astrobiológico, si presentaba zonas escarpadas, barrancos profundos o terreno muy irregular, quedaba descartado automáticamente.
El equilibrio entre estos tres factores fue lo que finalmente nos llevó a seleccionar el cráter Jezero, que cumplía óptimamente con todos los requisitos.
3. ¿Qué papel juega la cartografía planetaria en misiones espaciales como las de Marte?
La cartografía planetaria es absolutamente fundamental en las misiones espaciales, especialmente en Marte, porque constituye nuestros "ojos" antes de llegar al planeta.
Antes del aterrizaje, las imágenes de satélite son la única información que tenemos de la superficie marciana. Por eso, saber analizar correctamente estas imágenes y interpretar los datos que nos proporcionan es crucial para el éxito de cualquier misión. No podemos permitirnos improvisar cuando llegamos allí.
La cartografía planetaria nos permite crear mapas detallados que incluyen topografía, geología, composición mineralógica y características del terreno. Estos mapas son esenciales para planificar rutas seguras para los rovers, identificar objetivos científicos de interés y prever posibles obstáculos.
También es clave para la navegación autónoma. Los rovers en Marte operan con considerable autonomía debido al retraso en las comunicaciones con la Tierra. Los mapas cartográficos que creamos previamente les permiten orientarse y tomar decisiones sobre el terreno de forma independiente.
Además, la cartografía nos ayuda a contextualizar los descubrimientos. Cuando el rover encuentra algo interesante, necesitamos entender ese hallazgo dentro del contexto geológico más amplio de la región, y esa información proviene del trabajo cartográfico previo realizado desde órbita.
En definitiva, sin una cartografía planetaria precisa, estaríamos navegando a ciegas en un mundo desconocido.
🌍 INVESTIGACIÓN Y RETOS GLOBALES
4. Has liderado expediciones científicas en ambientes extremos en distintos continentes. ¿Qué aprendizajes personales y científicos te llevas de esas experiencias?
Las expediciones en ambientes extremos son, por definición, desafiantes. Trabajamos en lugares donde no existen facilidades modernas y las condiciones pueden ser brutales. En el Tíbet, por ejemplo, he luchado constantemente contra el mal de altura, mientras que en Islandia hemos desarrollado todo nuestro trabajo de campo bajo lluvia y nieve constantes, soportando temperaturas extremas.
A nivel personal, he aprendido la importancia de la fortaleza mental. En muchas de estas expediciones he sido la única mujer del equipo y, en varias ocasiones, la investigadora principal. He descubierto que la clave está en mantener una mentalidad resiliente: recordarte constantemente que puedes superar las adversidades, no dejarte vencer por el frío, el cansancio o la incomodidad de dormir en el suelo y comer lo que esté disponible.
La experiencia más extrema fue durante mi entrenamiento como astronauta análogo, cuando deliberadamente nos privaron de sueño durante tres noches consecutivas para llevarnos al límite y observar cómo reaccionábamos como equipo. Estas situaciones te enseñan que los límites mentales son a menudo más importantes que los físicos.
Científicamente, cada expedición es una revelación. Siempre encontramos organismos que viven al límite de lo posible, en condiciones que parecían inhabitables. Es fascinante observar las estrategias que desarrolla la naturaleza para adaptarse: cada lugar nos muestra mecanismos de supervivencia únicos.
Este conocimiento es crucial para la astrobiología, porque estas mismas estrategias de adaptación podrían existir en Marte. Cada organismo extremófilo que estudiamos aquí en la Tierra amplía nuestro catálogo de posibilidades de lo que podríamos encontrar en el planeta rojo.
A pesar de todas las incomodidades, me emociona profundamente formar parte de algo tan trascendental para el futuro de la exploración marciana.
5. Como investigadora senior en la Agencia Espacial de Islandia, ¿en qué proyectos estás actualmente involucrada?
Actualmente lidero como investigadora principal un proyecto plurianual centrado en el estudio de microorganismos extremófilos en ambientes análogos marcianos. El objetivo es identificar y analizar las estrategias de supervivencia de estos organismos para evaluar la posibilidad de encontrar formas de vida similares en Marte.
Estudiamos la biodiversidad y habitabilidad en zonas aparentemente estériles como campos de lava volcánica y glaciares. La geología única de Islandia la convierte en un análogo perfecto para Marte, tanto por su actividad volcánica como por sus condiciones extremas.
Durante las expediciones, recolectamos mas de 50 kilos de muestras: rocas, sedimentos, agua y arena, que posteriormente analizo exhaustivamente en laboratorio. La preparación previa es crucial - dedico semanas al análisis de imágenes satelitales para seleccionar las localizaciones óptimas, porque una vez en campo no podemos permitirnos perder tiempo.
El trabajo integra tres componentes esenciales: trabajo de campo, análisis de laboratorio e interpretación de imágenes orbitales. Esta aproximación multidisciplinar nos proporciona el contexto completo necesario para comprender estos ecosistemas extremos.
Las expediciones requieren logística compleja. Transportamos instrumentación especializada para análisis in situ, cámaras de alta resolución, sistemas GPS, equipos portátiles para estudiar la temperatura, salinidad y pH. Para acceder a zonas glaciares, incluso tuvimos que alquilar el camión todo-terreno más grande del mundo a dia de hoy, ya que los glaciares no son transitables a pie.
Paralelamente, estamos desarrollando un pequeño rover experimental que simule las capacidades de los rovers marcianos, aunque a menor escala. El objetivo es verificar si puede proporcionarnos la misma calidad de información que obtenemos mediante análisis in situ directo.
6. ¿Hacia dónde crees que se dirige la astrobiología en la próxima década? ¿Qué descubrimientos pueden cambiarlo todo?
Creo que estamos en el umbral de una década revolucionaria para la astrobiología. Los próximos diez años pueden ser decisivos para responder a una de las preguntas más fundamentales de la humanidad: ¿estamos solos en el universo?
En Marte, las misiones actuales y futuras son prometedoras. El rover Perseverance ya está recolectando muestras que la misión Mars Sample Return traerá a la Tierra hacia 2033. Por primera vez en la historia, analizaremos material marciano en laboratorios terrestres con la precisión necesaria para detectar biosignaturas definitivas. Si hay evidencia de vida pasada en Marte, la encontraremos en esta década.
Pero Marte no es nuestro único objetivo. Las lunas heladas como Europa y Encélado se han convertido en candidatos fascinantes. Sus océanos subsuperficiales podrían albergar vida activa en este momento. Las futuras misiones como Europa Clipper y las propuestas para Encélado podrían detectar vida contemporánea, no fósil.
A nivel tecnológico, estamos desarrollando instrumentos cada vez más sofisticados capaces de detectar biomoléculas complejas, patrones isotópicos característicos de procesos biológicos y estructuras celulares fosilizadas. La inteligencia artificial está revolucionando nuestra capacidad de procesar y analizar enormes cantidades de datos planetarios.
El descubrimiento que lo cambiaría todo sería encontrar vida que no esté relacionada con la terrestre - una "segunda génesis" que demuestre que la vida puede surgir independientemente en diferentes mundos. Eso nos indicaría que la vida no es una excepción cósmica, sino probablemente común en el universo.
Personalmente, creo que en los próximos diez años confirmaremos que no estamos solos.
🎓 RAÍCES EN LA UPV
7. ¿Cómo recuerdas tu etapa como estudiante en la UPV?
Recuerdo mi paso por la UPV con una nostalgia inmensa y muchísimo cariño. Fue una etapa emocionante de mi vida, llena de ilusión por aprender. Aún puedo sentir la emoción que me generaba estar en clase, tomar apuntes y absorber conocimiento. Pasaba horas en la biblioteca y, sinceramente, lo disfrutaba enormemente.
Tuve la suerte de formar parte de un grupo de amigos maravilloso. Estudiábamos juntos, pero también nos dimos nuestras buenas fiestas - era el equilibrio perfecto entre el compromiso académico y la vida universitaria. Como soy de Valencia, vivía en casa de mis padres, lo cual me permitía disfrutar de esa comodidad familiar mientras vivía la experiencia universitaria.
Una de las experiencias más enriquecedoras fue estudiar en el extranjero durante varios años: primero con una beca Erasmus en Suecia y después con una beca Promoe en Alemania. Finalmente, realicé mi proyecto final de carrera en Londres, en el Imperial College London, aunque después regresé a Valencia para presentarlo aquí en la UPV.
Los pequeños momentos son los que más atesoro: ir a comer al restaurante Galileo, tumbarnos en el césped al lado de nuestra escuela para estudiar al aire libre... Esos detalles cotidianos que parecen insignificantes pero que forman parte de los recuerdos más preciados.
Fueron años llenos de alegría por estudiar, y esa pasión sigue intacta. A día de hoy continúo aprendiendo y formándome constantemente. Sin duda, volvería a revivirlo todo. Qué tiempos aquellos.
La UPV no solo me dio una base técnica sólida, sino que también me formó como persona y me abrió las puertas al mundo.
8. ¿Cómo podemos fomentar más vocaciones científicas entre las niñas y jóvenes desde una perspectiva de igualdad y referentes reales?
Creo firmemente que la clave está en la visibilidad de referentes reales. Durante mi carrera, a menudo he sido la única mujer en expediciones y equipos científicos, y eso me ha hecho muy consciente de la importancia de que las niñas vean que es posible. Cuando las jóvenes ven a mujeres como ellas trabajando en exploración espacial, astrobiología o ingeniería, el mensaje es claro: "yo también puedo hacerlo".
Es fundamental mostrar la ciencia como algo emocionante y accesible. En mis charlas y conferencias siempre trato de transmitir la pasión y la aventura que conlleva la investigación científica. Que vean que no solo trabajamos con datos y fórmulas, sino que exploramos otros mundos, buscamos vida extraterrestre y vivimos experiencias únicas. La ciencia es apasionante, no aburrida.
También debemos normalizar que las mujeres podemos estar en ambientes extremos y desafiantes. A menudo me preguntan cómo es ser la única mujer en una expedición al Tíbet o en Islandia. Mi respuesta siempre es la misma: es normal. Las mujeres somos igual de capaces de soportar el frío, el mal de altura y las condiciones adversas.
La educación temprana es crucial. Necesitamos programas escolares que muestren a científicas reales contando su día a día, no solo a figuras históricas. Que las niñas escuchen cómo es trabajar en la NASA, liderar expediciones o analizar muestras marcianas.
Y algo muy importante: hay que desmitificar la idea de que las ciencias son "difíciles" o "para genios". Son disciplinas que requieren curiosidad, trabajo y pasión. Cualidades que todos tenemos, independientemente del género.
Mi mensaje siempre es: si yo pude llegar desde Valencia hasta Marte, cualquiera puede perseguir sus sueños científicos.
🏅 DISTINCIÓN ALUMNI UPV DESTACADA 2025
9. ¿Qué ha significado para ti recibir este reconocimiento por parte de tu universidad?
Recibir este reconocimiento de la UPV ha sido profundamente emotivo para mí. Es como cerrar un círculo que comenzó hace años cuando me sentaba en esas aulas tomando apuntes con toda la ilusión del mundo, soñando con dedicarme a la exploración de Marte.
Significa que mi universidad, el lugar donde todo comenzó, reconoce el camino recorrido. La UPV no solo me dio las herramientas técnicas fundamentales para mi carrera, sino que me enseñó a pensar, a resolver problemas y a ser rigurosa en mi trabajo. Saber que valoran cómo he aplicado esos conocimientos en mi trayectoria profesional es increíblemente gratificante.
También representa un reconocimiento a la formación que recibimos en Valencia. Cuando trabajo en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA o lidero expediciones internacionales, llevo conmigo todo lo que aprendí aquí. Este premio visibiliza que desde la Comunitat Valenciana se puede llegar a cualquier parte del mundo y contribuir a los proyectos más ambiciosos de la humanidad.
A nivel personal, me emociona pensar que mi historia puede inspirar a otros estudiantes. Si este reconocimiento ayuda a que algun joven valenciano o valenciana se anime a estudiar ingeniería o ciencias pensando "si Angélica pudo, yo también puedo", entonces tiene un valor incalculable.
Es también una forma de honrar a todos los profesores que creyeron en mí y me transmitieron su pasión por el conocimiento. Este premio no es solo mío, es de toda la comunidad universitaria que me formó.
En definitiva, recibir este galardón es como volver a casa y que te digan: "estamos orgullosos del camino que has elegido". No hay mayor satisfacción que esa.
10. ¿Qué mensaje te gustaría dejar a la comunidad Alumni UPV en un momento como este?
Mi mensaje para toda la comunidad Alumni UPV es muy claro: no pongáis límites a vuestros sueños, nunca es tarde para reinventarse y seguir soñando en grande. Todos nosotros salimos de esas aulas hace años, algunos con planes muy definidos y otros explorando diferentes caminos. Cuando yo estaba estudiando, soñaba con trabajar en la exploración de Marte y parecía algo imposible, lejano, casi de ciencia ficción.
La formación que recibimos en la UPV es extraordinaria, pero lo más importante es la mentalidad que nos inculcaron: ser rigurosos, curiosos y perseverantes. Esas cualidades son las que realmente nos llevan lejos y nos permiten seguir evolucionando profesionalmente, incluso cuando nuestras carreras toman direcciones que nunca imaginamos.
A todos los que habéis consolidado vuestras carreras y formado vuestras familias, quiero deciros que vuestro ejemplo también inspira. No tengáis miedo de seguir explorando territorios desconocidos o de perseguir proyectos que parezcan imposibles. A veces he sido la única mujer, la única española, o la única con mi formación específica. Esa singularidad no es una desventaja, es una fortaleza.
Mantened siempre la pasión por aprender. Esa curiosidad que nos caracterizaba cuando éramos estudiantes sigue siendo nuestro motor. El conocimiento no tiene límites, y nosotros tampoco deberíamos tenerlos.
Y recordad siempre de dónde venimos. Llevad el nombre de la UPV y de Valencia con orgullo a donde quiera que vayáis. Todos nosotros, desde nuestras diferentes trayectorias, seguimos siendo embajadores de la excelencia de nuestra universidad.
El futuro está lleno de retos fascinantes: cambio climático, exploración espacial, inteligencia artificial... Vosotros, Alumni UPV, estáis preparados para liderarlos. ¡Atréveos a soñar en grande!