Fundador y copropietario de Celler del Roure. Vive en Moixent con su familia, también es bombardino segundo en la banda de la S.M. La Constància, promotor de la Asociación Viticultors i Productors de les Terres dels Alforins, vocal del Consejo Regulador de la D.O.P. Valencia, ingeniero agrónomo, miembro de la junta directiva de Alumni UPV (antiguos alumnos de la Universitat Politècnica de València) y miembro del Consell Social de la Universitat de València.

Preguntas

Antes de comenzar, agradecerte por concedernos la entrevista.

1. ¿Cómo fue tu paso por la UPV?

Tengo muy buenos recuerdos de aquella época. Yo llegaba de un pueblo pequeño a la ciudad y descubrí muchas cosas. Llevaba buen nivel de aquí del instituto y la verdad es que yo era bastaste responsable y buen estudiante, de manera que aprendí mucho, hice buenos amigos y lo pasé muy muy bien.

2. ¿Cómo crees que ha influido éste paso por la UPV en tu trayectoria profesional?

Me ha ayudado muchísimo. Para montar desde cero una bodega con su viña necesitas mucha ingeniería y mucha agronomía. De una manera o de otra, creo que he aplicado prácticamente todas las asignaturas que estudié. Y no sólo las asignaturas. En la universidad aprendí a razonar, a quedarme con lo esencial, a analizar y resolver problemas, a proyectar...

3. ¿Podrías contarnos brevemente acerca de Celler del Roure?

Mi padre, mi mejor maestro, me enseñó lo importante que es ser de un lugar, conocer su historia y tratar de ponerlo todo en valor. Con él y con un puñado de valientes inicié hace veinte años este viaje lleno de aventuras y conocimientos. En el año dos mil nacieron nuestros primeros vinos, “les alcusses” y “maduresa”. El destino nos llevó a desempolvar las tinajas de la “bodega fonda” para que volvieran a empaparse de mandó y otras viejas uvas y fueron viniendo al mundo “cullerot”, “parotet”, “vermell” y “safrà”.

Nuestra bodega ha incubado y ha fomentado la creación de unas cuantas bodegas valencianas. En 2015 firmamos un convenio de colaboración con los socios de la Cooperativa del Campo San Pedro Apóstol y nacieron los cuatro vinos Santpere. En 2017 inicié un proyecto en colaboración con mis hermanas que se llama Les Filles d’Amàlia y ya tenemos dos vinos rosados, uno tranquilo “les prunes” y uno espumoso “les danses”.

4. ¿Qué proyectos futuros tienes respecto a la bodega?

Ahora mismo estoy metiendo mucha energía en un proyecto precioso de recuperación de trigos antiguos que se llama “Blats i Farines de Les Alcusses” y lo siguiente creo que será hacer un queso de cabra. Me apetece mucho desarrollar el antiguo concepto de granja junto la bodega, recuperar lo que eran las antiguas masías de esta zona, con otros cultivos de secano y también con animales (caballos, ovejas, cabras...)

5. ¿Cómo ves el presente y futuro de la enología en la Comunidad Valenciana?

Los vinos valencianos han mejorado mucho en los últimos años. Por fin hay un buen número de bodegas bien enfocadas y los resultados van llegando. Necesitamos seguir subiendo el prestigio de zona y definir mejor los diferentes estilos de vinos que al final tienen que ser el reflejo de un lugar y una tradición. Necesitamos menos enología y más etnología

6. ¿Qué le dirías a una persona recién egresada en Ingeniería Agrónoma?

Que sea curioso y valiente. Que viaje. Que busque experiencias ilusionantes y enriquecedoras y que luego, si se dan las circunstancias, trate de poner en marcha algún proyecto en algún pueblo. Tenemos que llevar vida a nuestros pueblos

7. ¿Qué crees que puede aportar formar parte de Alumni UPV?

Alumni es la mejor manera de seguir aprendiendo y de seguir bebiendo de esa fuente de conocimiento y de vida que es la universidad.